
03 Sep Algún día, trabajaremos juntos – Ft. Banco Davivienda
Han pasado cuatro años desde la primera vez que conté mi historia y vi algo cambiar en la mirada de las personas que la escucharon; y tres desde la primera vez que hice algo que jamás había imaginado, pero terminó convirtiéndose en las actividad que más me llena: pararme sobre un escenario, relatar mis aventuras, e intercambiar inspiración, energía y un anhelo fiero de alcanzar sueños, con quienes forman parte de cada audiencia.
Durante esta travesía, he tenido el privilegio de trabajar con muchos líderes, instituciones y organizaciones distintas. Cada una trae a mi mente un recuerdo diferente, pues cada intercambio que he tenido con estos grupos maravillosos es particular, e irrepetible. Mi memoria las pinta en una tonalidad y una paleta particular. En medio de esos recuerdos, existen ciertos detalles que, al analizarlos con detenimiento, resulta insólita la manera en la que materializan las lecciones de vida que compartimos durante las conferencias.
Una de ellas, es aquel intercambio que tuve en Honduras con Edgardo, hace ya dos años. Al terminar mi conferencia en el Grupo La Paz, se me acercó y conversamos acerca de llevar esta dosis de inspiración a su empresa, pero en ese momento el tiempo no era el adecuado. Los factores externos no jugaban a nuestro favor. Terminamos por dejarlo en un apretón de manos cargado de estima, y un “algún día, trabajaremos juntos”.
Casi tres años después, me encontré frente a mi laptop, con la webcam encendida y cientos de rostros regresándome la mirada. Tantos meses después de nuestro primer encuentro, Edgardo y yo finalmente cumplimos ese decreto que planteamos en Honduras. ¿En un formato diferente al que originalmente imaginamos? Sí. ¿En condiciones totalmente atípicas? Sin duda alguna. Pero finalmente, materializando la meta que nos planteamos.
Edgardo logró organizar en Honduras una noche de inspiración para los 2000 clientes top del Banco Davivienda, uno de los principales bancos en la Región, con operaciones en seis países y más de seis millones de clientes a nivel mundial. Hizo posible que sus clientes disfrutaran de From Core to Sun y vivieran una conferencia virtual en la que compartimos historias y reflexionamos acerca de todo lo que la película generó en ellos, visualizando nuevas oportunidades en estos actuales escenarios de cambio e incertidumbre.
Gracias Banco Davivienda por haberme permitido este intercambio y este momento invaluable con tantas familias durante tiempos de dificultad. Ahora entiendo Edgardo el porqué necesitábamos que esto sucediera en junio de 2020, y no hace tres años.
Al final, los obstáculos y las barreras para alcanzar nuestras metas son elementos que jamás desaparecerán de nuestras vidas. Pero, después de haber construido sueños con caminos inundados de ellos, puedo decirte que la mayoría de las veces, los impedimentos o el tiempo, ni siquiera importan.
Si todo nuestro esfuerzo está canalizado hacia las cosas que queremos lograr, a aquellas que decretamos con firmeza, entonces el tiempo, y las circunstancias externas a las que te someta la vida, poco o nada importan. Aquello que declaraste como punto de llegada, es inevitable que suceda. Y, ¿Sabes qué? Si realmente trabajas por ello, cuando se convierta en realidad, será incluso más gratificante de lo que alguna vez pudiste imaginar.
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