
27 Ago Juntos, a pesar de todo.
De pronto te ves obligado a pasar más tiempo en casa del que has pasado en algunos meses. Te encuentras sentado en la mesa del comedor con las personas que más amas en el mundo, pero que muchas veces pasas días sin mirar directamente a los ojos por más de un segundo. Y, ¿sabes qué? Es terrible, todo lo que está pasando es terrible. Pero también nos da la oportunidad de detenernos y agradecer las oportunidades que nos está dando.
La naturaleza nos recuerda una vez más que nuestra existencia es limitada y que no somos tan invencibles como vamos por la vida pensando.
Poder sentarme un día más a desayunar, almorzar y cenar con mis padres o hijos o, quizás los dos, es una medida de seguridad para todos, pero también es un privilegio absoluto. ¿Por qué no tomamos esta oportunidad para conocerlos un poco mejor? ¿Le has preguntado a tu abuela cuál era su sueño cuando tenía tu edad? ¿Sabes cuál es su sueño ahora? ¿En qué momento tu padre se sintió más feliz? ¿Cuál fue el obstáculo más duro que tu madre tuvo que atravesar? ¿Cómo se enteró tu mamá que vendrías? ¿Qué color le gusta a tu abuelo?
El tiempo es valioso, en este momento el universo hace mucho énfasis en recordarlo. Pero en realidad, siempre lo ha sido. Y espero que lo recuerdes cuando se abran las ventanas, cuando quitemos las cerraduras y salgamos una vez más a tomar sol y sentir el viento sobre nuestros rostros. Cuando estés en el trabajo y sientas los días muy largos, cuando te rías con una cerveza en la mano con tus amigos o cuando sigas posponiendo ese proyecto que tanto te ilusiona.
No tenemos tanto tiempo como pensamos, el simple hecho de estar aquí, ahora, es un privilegio. Así que quizá es momento de que comencemos a apreciarlo como tal.
Jorge Basurto
Posted at 20:47h, 10 septiembreEspectacular, la verdad es un mensaje que merece reflexionarlo, pero el ser humano olvida tan pronto las cosas, los mensajes, los momentos, el valor de cada minuto junto a alguien, esperamos a estar en una situación difícil para sentir nuestra propia respiración. Algo tan sencillo, pero que tiene la esencia de lo que es la vida.